El navegante y explorador italiano Cristóbal Colón murió en Valladolid (España) el 20 de Mayo de 1506, a los 55 años de edad, a consecuencia de un ataque cardíaco. Nació en Génova antes del 31 de octubre de 1451.
Según un estudio, publicado en febrero de 2007 por Antonio Rodríguez Cuartero, del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Granada, Colón murió de un ataque al corazón causado por el síndrome de Reiter (también conocido como artritis reactiva). Según sus diarios personales y las notas de sus contemporáneos, los síntomas de esta enfermedad (quemazón al orinar, dolor e hinchazón de las rodillas, y conjuntivitis en los ojos) eran claramente visibles en sus últimos tres años.
Colón murió rico, gracias al oro que sus hombres habían acumulado en la Hispaniola. Cuando murió estaba todavía convencido de que sus viajes habían sido a lo largo de la costa oriental de Asia.
Sus restos fueron enterrados en Valladolid y luego en el monasterio de La Cartuja en Sevilla (sur de España), por la voluntad de su hijo Diego, que había sido gobernador de La Española. Luego, en 1542, sus restos fueron trasladados a Santo Domingo, en la parte oriental de La Española. En 1795, los franceses se hicieron cargo de La Española, y sus restos fueron trasladados a La Habana (Cuba). Después de que Cuba obtuvo su independencia tras la guerra Hispano-Americana en 1898, sus restos fueron trasladados a la Catedral de Sevilla, donde se colocaron en un elaborado catafalco. Sin embargo, en 1877 fue descubierta en Santo Domingo (República Dominicana) una caja de plomo con una inscripción que identificaba a "Don Cristóbal Colón" y contenía fragmentos de hueso y una bala.
Con el fin de comprobar si las reliquias trasladadas a La Habana eran falsas y los restos de Colón quedaron enterrados en la catedral de Santo Domingo, se tomaron muestras de ADN en Junio de 2003 (Historia del día de agosto de 2003). Los resultados no son concluyentes. Las observaciones iniciales sugirieron que los huesos no parecen pertenecer a alguien con el físico o la edad asociados a Colón. La extracción de ADN resultó difícil y sólo unos pocos fragmentos limitados de ADN mitocondrial pudieron ser aislados. Sin embargo, estos fragmentos parecen coincidir con el ADN del hermano de Colón, lo que apoya la idea de que los dos tenían la misma madre y que el cuerpo que yace en Santo Domingo, por tanto, podría ser de Colón. Las autoridades de Santo Domingo no han permitido que los restos se exhumen, por lo que se desconoce si alguno de esos restos podrían pertenecer al cuerpo de Colón. La ubicación de los restos en la República Dominicana es en el "Faro de Colón" de Santo Domingo.
Según un estudio, publicado en febrero de 2007 por Antonio Rodríguez Cuartero, del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Granada, Colón murió de un ataque al corazón causado por el síndrome de Reiter (también conocido como artritis reactiva). Según sus diarios personales y las notas de sus contemporáneos, los síntomas de esta enfermedad (quemazón al orinar, dolor e hinchazón de las rodillas, y conjuntivitis en los ojos) eran claramente visibles en sus últimos tres años.
Colón murió rico, gracias al oro que sus hombres habían acumulado en la Hispaniola. Cuando murió estaba todavía convencido de que sus viajes habían sido a lo largo de la costa oriental de Asia.
Sus restos fueron enterrados en Valladolid y luego en el monasterio de La Cartuja en Sevilla (sur de España), por la voluntad de su hijo Diego, que había sido gobernador de La Española. Luego, en 1542, sus restos fueron trasladados a Santo Domingo, en la parte oriental de La Española. En 1795, los franceses se hicieron cargo de La Española, y sus restos fueron trasladados a La Habana (Cuba). Después de que Cuba obtuvo su independencia tras la guerra Hispano-Americana en 1898, sus restos fueron trasladados a la Catedral de Sevilla, donde se colocaron en un elaborado catafalco. Sin embargo, en 1877 fue descubierta en Santo Domingo (República Dominicana) una caja de plomo con una inscripción que identificaba a "Don Cristóbal Colón" y contenía fragmentos de hueso y una bala.
Con el fin de comprobar si las reliquias trasladadas a La Habana eran falsas y los restos de Colón quedaron enterrados en la catedral de Santo Domingo, se tomaron muestras de ADN en Junio de 2003 (Historia del día de agosto de 2003). Los resultados no son concluyentes. Las observaciones iniciales sugirieron que los huesos no parecen pertenecer a alguien con el físico o la edad asociados a Colón. La extracción de ADN resultó difícil y sólo unos pocos fragmentos limitados de ADN mitocondrial pudieron ser aislados. Sin embargo, estos fragmentos parecen coincidir con el ADN del hermano de Colón, lo que apoya la idea de que los dos tenían la misma madre y que el cuerpo que yace en Santo Domingo, por tanto, podría ser de Colón. Las autoridades de Santo Domingo no han permitido que los restos se exhumen, por lo que se desconoce si alguno de esos restos podrían pertenecer al cuerpo de Colón. La ubicación de los restos en la República Dominicana es en el "Faro de Colón" de Santo Domingo.
Fallecimiento, entierro y posteriores traslados
Cristóbal Colón falleció en Valladolid, el 20 de mayo de 1506, presumible mente por complicaciones derivadas de una gota o una artritis padecida durante años. Tras su muerte, su cuerpo fue tratado con un proceso llamado descarnación, mediante el cual se quitaba toda la carne de los huesos para la mejor conservación del cadáver.
Se le enterró inicialmente en el Convento de San Francisco en Valladolid y, posteriormente, sus restos fueron trasladados a la capilla de Santa Ana del Monasterio de la Cartuja en Sevilla en 1509. Se encargó del traslado el mercader florentino Simón Verde, amigo de la familia.
En 1523, por deseo de su hijo Diego Colón, este dispuso en su testamento que tanto sus restos como los de su padre fueran trasladados y enterrados en la catedral de Santo Domingo.
Los trámites relacionados con el cumplimiento de la voluntad testamentaria de Diego Colón estuvieron a cargo de su viuda, la virreina María Álvarez de Toledo y Rojas, quien a través de los buenos oficios de la reina Isabel, solicitó y obtuvo del rey Carlos I de España la autorización para que en la capilla mayor de la catedral de Santo Domingo fueran trasladados y enterrados Cristóbal y Diego Colón. María, el 2 de junio de 1537, amplió el derecho a favor de su hijo Luis Colón.
Existen discrepancias sobre la fecha exacta en María de Toledo trasladó los restos ya que en 1536 la virreina solicitó a los monjes del monasterio cartujo de Santa María de la Cuevas de Sevilla la entrega de los restos de ambos almirantes, otras fuentes mencionan que el traslado de los restos se efectuó antes de 1539 y otras, que la virreina María Álvarez de Toledo los llevó consigo en su regreso a Santo Domingo el 8 de agosto de 1544.
Lo que resulta indubitable es que en 1548, cuando María redactó su testamento, los restos de ambos personajes ya estaban en la dicha catedral ya que María pidió que su cuerpo no fuera enterrado en la misma sepultura de su marido Diego sino debajo de él, en el suelo de la capilla, junto al presbiterio del altar mayor.
Los restos mortales de Cristóbal Colón permanecieron sepultados en Santo Domingo por más de dos siglos.
Tras la conquista de la isla de Santo Domingo en 1795 por los franceses, se trasladaron a La Habana y, tras la guerra de independencia cubana en 1898, sus restos fueron trasladados a bordo del crucero Conde de Venadito hasta Cádiz y desde allí hasta Sevilla por el aviso Giralda con destino a la Catedral de Sevilla, donde reposan en un suntuoso catafalco.
Discusiones sobre su enterramiento
Posteriormente, se produjo una controversia sobre el destino final de los restos de Cristóbal Colón, tras aparecer en 1877, en la Catedral de Santo Domingo, una caja de plomo que contenía fragmentos de huesos y que llevaba una inscripción donde se leía «Varón ilustre y distinguido Cristóbal Colón». Esos restos permanecieron en la catedral de Santo Domingo hasta 1992, año en el que fueron trasladados al Faro a Colón, un monumento faraónico construido por la República Dominicana para homenajear y conservar los restos que se suponen también de Colón.
Al parecer, en el momento de exhumar el cuerpo de la catedral de Santo Domingo no estuvo muy claro cuál era exactamente la tumba de Cristóbal Colón, debido al mal estado de las tumbas, con lo que resulta al menos probable que sólo se recogieran parte de los huesos, quedando la otra parte en la catedral de Santo Domingo. Todavía faltan estudios que sean más concluyentes al respecto.
Para averiguar cuáles eran los verdaderos restos se propuso tomar muestras de ADN de ambos esqueletos: el de Sevilla y el de Santo Domingo. Los estudios debían acabar en mayo del año 2006, pero en enero de 2005 las autoridades dominicanas pospusieron la apertura de la tumba. En el estudio preliminar se detectó una probable vinculación filial entre los huesos enterrados en la catedral de Sevilla y los de su hijo Diego.
El 1 de agosto de 2006 el equipo de investigación dirigido por José Antonio Lorente, médico forense y director del Laboratorio de Identificación Genética de la Universidad de Granada, que estudió los restos óseos atribuidos al almirante que están en la catedral de Sevilla desde 1898, confirmó que «sí son los de Cristóbal Colón». Esta afirmación está basada en el estudio del ADN comparado con el de su hermano menor Diego y con los de su hijo Hernando.
Según los estudios del equipo de investigación, se determinó que Cristóbal Colón era
varón, de entre 50 y 70 años, sin marcas de patología, sin osteoporosis y con alguna caries. Mediterráneo, medianamente robusto y de talla mediana.
Todavía se espera que las autoridades de la República Dominicana permitan el estudio de los restos atribuidos al Almirante que están en ese país, lo cual permitiría completar la historia en torno a esta cuestión. Pero este estudio ya no es determinante para identificar los restos del descubridor.Se estima que pueda haber restos en otros lugares, ya que los que hay en la capital andaluza no llegan al 15% de la totalidad del esqueleto, por lo que podría resultar que los que están en Santo Domingo también correspondan al descubridor de América.
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